Corte y desbaste bien hechos
Los finos discos de corte Kronenflex® para esmeriladoras angulares son productos de alto desempeño, y se caracterizan por unos tiempos de corte extremadamente cortos y una baja formación de rebabas. Son especialmente adecuados para materiales de paredes delgadas que necesitan ser separados con cortes precisos y rápidos y una mínima generación de calor. Quien siga unas cuantas reglas básicas conseguirá unos resultados óptimos y la máxima seguridad.
1. Presión de contacto correcta = vida útil más larga
Gracias a la capacidad de corte excepcionalmente alta de nuestros discos, el peso propio de la máquina es suficiente como presión de contacto. Una presión excesiva lleva a un desgaste más rápido.
2. Velocidad periférica óptima = mejor rendimiento de corte
La relación ideal entre el número de cortes y el desgaste de los discos se logra inmediatamente por debajo de la velocidad periférica máxima permitida. Asegure unas revoluciones continuamente elevadas. Si la velocidad de la máquina es demasiado baja, el disco se desgastará desproporcionadamente rápido.
3. Manejo correcto = mayor seguridad
Los discos de corte sólo se pueden cargar en dirección radial. De este modo se evita que los discos se rueden, se doblen o incluso se rompan, especialmente a elevadas presiones de contacto.
4. Posición de corte ideal = mayor estabilidad
El material se debe sujetar siempre lo más cerca posible del punto de separación para que no pueda vibrar, revolotear o desviarse. La pieza a cortar debe estar firmemente sujeta y no debe resbalar durante el corte.
5. Sujeción correcta = mejor transmisión de fuerza
Los discos de corte están montados en la máquina con bridas de sujeción, que transmiten enormes fuerzas de impulso a los discos. No se deben utilizar bridas defectuosas o inutilizables, y se deben observar las normas y reglamentos aplicables. No está permitido el uso de bridas de sujeción de diferentes diámetros.
El ángulo de incidencia correcto para desbastar
Los discos de desbaste funcionan a su máximo rendimiento cuando se utilizan en un ángulo de 25 a 30° con respecto a la pieza de trabajo. Con este ángulo se obtiene la relación más favorable entre la cantidad de pulido y el desgaste del disco. Por lo tanto, si es posible, siempre se debe seleccionar este ángulo de incidencia. Al reducir el ángulo de incidencia a menos de 15°, se forma un borde muy delgado y extenso en la circunferencia del disco durante el desbaste. Incluso con un ligero cambio en el ángulo de rectificado, éste ya no puede absorber la presión de rectificado y se rompe. Esto significa que no se utiliza grano abrasivo precioso, y que también se presenta un desequilibrio, lo que además hace necesario el reemplazo prematuro del disco.